domingo, 25 de septiembre de 2016

Entreabierta.

No te he buscado entre la gente
y, sin embargo, te he encontrado
en los hoyuelos de una chica que le sonríe al mar,
en las miradas perdidas que me devuelve el espejo
y en una brújula que no encuentra su norte.

No sé si te has presentado en la puerta de mi casa
o es que tu recuerdo ya vive bajo mi cama
temeroso de salir antes de tiempo
y sea capaz de hacerle frente,
le venza en la batalla
y moribundo se atreva a decirme
que nos veremos en mis sueños.

De ahí mis ojeras,
en ellas te acuno
por miedo a quedarme oscuras
y me roces la columna con los labios.

Te reto a desaparecer y poder descansar
pero siempre dejas la puerta entreabierta
alegando ser éste tu hogar,
que mis costillas te han dejado ocupar
la esquina más próxima a casa
y que quieres regresar.

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