sábado, 29 de marzo de 2014

Corta.

Siempre me conducias por la dirrección correcta, eras mi brújula,mi norte, mi guía; y con tu huída, me encontré más perdida que nunca, buscando a tientas el camino para llegar a la estrella que una vez me regalaste, diciendo que no era la que más brillaba, pero que era solo nuestra, que nosotros la haríamos brillar.
Anduve lo que me parecieron siglos, volviendo siempre al lugar de partida. Estaba andando en círculos, sin ti. Sin nada a lo que aferrarme.