viernes, 4 de septiembre de 2015

Norte-Sur, todo recto.

Me he perdido
tantas veces
en las curvas de tus labios
que ya no quiero acordarme
del camino de vuelta;
quizás
porque echaría
de menos
lo que nunca
quiero echar
de más.

Sinuosas son las vueltas
que me hacen perder el equilibrio
y caer,
para que,
con la fuerza que desprenden
tus pestañas,
levantarme
y seguir bailando
hasta romper la barra de aquel bar
que tantas veces nos ha visto
contarle las penas a la cerveza.

(Y que tantos
te quiero
ha escuchado)

En la carta
de un restaurante
te sellé
la entrada vip a mi vida,
sin costes
y con barra libre a eternidades
hasta que el amanecer nos descubra
y mis sonrojos
valgan para dar vida
a la tuya
y a la mía.

Me quedaría corta
diciendo que
por ti
lo arriesgo todo,
que por ti
me caigo de rodillas
y te beso las heridas.

Me he perdido tantas veces
que ahora ya sé
que mi Norte está en ti,
y yo soy tu Sur
y nunca he odiado más
la distancia que separa
a éstos dos puntos cardinales.

No me vuelvas a dejar perderme
porque mi brújula,
la que me mantiene firme
con los pies en la tierra
y la cabeza en tu pecho,
eres tú.